Estoy sentada en el suelo, sobre una alfombra de colores, con las piernas cruzadas en posición de loto. Miro unos videos del Real Madrid en francés mientras bebo té rojo y como dulces rusos. Escucho a un hombre extraño que me habla en inglés, francés y castellano. De pronto me nombra en sánscrito las partes del cuerpo, según las prácticas del budismo tántrico. Asegura que lee mi vibra y hará que mi energía sea liberada…